Apreciados lectores, quiero compartir con uds. el prólogo que la prof. María Teresa Fuenmayor T. redactó para mi poemario "21 cosas impublicables"
Marcos Julio Leal Ceballos
María Teresa Fuenmayor T.
PRÓLOGO
Cuando en voz de su autor tuve la ocasión de escuchar la lectura del relato Viernes, estábamos en una reunión de trabajo durante el montaje de su obra teatral Vanidad vs. Amor Valle Feliz. Debo confesar que me desconecté de la reunión y haciéndome la distraída logré tomar en mis manos el manuscrito de estos impublicables y, aislándome del entorno, lo leí para mí, en silencio.
Si el relato breve de Viernes - sugerente, lleno de evocaciones, abierto a las posibilidades y con un final inesperado - me encantó e impactó, el recorrido por los otros escritos produjo en mí el mismo efecto. Y es que no podía ser de otra manera, ya que las letras del profesor Marcos Leal transmiten línea a línea – y también entre líneas- no con palabras rebuscadas sino con sencillez, el sentimiento y la intensidad del mismo. Por esto, si tuviera qué definir 21 cosas impublicables en pocas palabras, utilizaría estas tres: sencillez, sentimiento e intensidad.
Marcos Leal es un mago de la palabra, pero no de la palabra incomprensible a la que hay qué acceder diccionario en mano, sino de la palabra cotidiana, y por medio de ella es capaz de descubrir para el lector la poesía que vibra en los hechos del día a día y aún en los objetos más simples. Esto es algo que sólo un poeta puede apreciar con su alma y expresar con su verbo – aún en contra de su voluntad, como cuando se autodenuncia: Escribir me espanta y me libera-.
Por todo esto, 21 cosas impublicables tenía qué ser publicado y debía llegar a tus manos no por casualidad sino por causalidad, para hacerte cómplice en un viaje por la subjetividad del escritor que te llevará a encontrarte y reconocerte en las vivencias del amor, del desamor, del amor filial, del temor al rechazo, de la soledad, de la amistad - unas veces solidaria y otras veces antagónica - y de muchos otros sentimientos encontrados y contradictorios que conviven como si fueran armoniosos en nuestras complicadas y a veces atormentadas interioridades.
Te invito, no a leer sus 21 cosas impublicables sino, y sobre todo, a releerlas, pues sé por experiencia propia que la relectura de sus páginas te las revelará cada vez con un sentido nuevo y distinto.
María Teresa Fuenmayor Tovar
Villa de Cura, 14 de agosto del 2012
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