EL HOMBRE DEL TRIGO (NOVELA)







   EL HOMBRE DEL TRIGO



NOVELA

Por: Marcos Julio Leal Ceballos







El talento sin probidad, es un azote.


Simón Bolívar





La Revolución Liberadora es cultural, se logra solo a través de la educación.


Marcos Leal Ceballos



DEDICATORIA


A DIOS Todopoderoso, creador del amor y la verdad.

A la memoria de mi padre José Leal y de Cristóbal Ceballos, nacidos para el trabajo digno, el amor  y la amistad plena.

A mis amigos y amigas que están en otros planos etéreos,  siempre a mi lado.

A mi Comandante, quien con su sacrificio nos llevará a trabajar arduamente para ganar todas las batallas que se nos presenten, y continuar de Victoria en Victoria

A Robert Serra y María Herrera, Generación De Oro que vuelan al lado de su pueblo en un acompañamiento eterno.

A todos y todas los (as) Caídos(as) en la defensa de la liberación de los pueblos.



AGRADECIMIENTO

 A mi madre Felicia Ceballos, quien a sus noventa y ocho años de vida, continua  con fe inagotable en Dios, luchando por un futuro mejor para todos y todas. 

A mis compañeros y compañeras de camino que me levantan a cada instante cuando mis fuerzas me abandonan.

A mis queridos y queridas estudiantes que con su indagación, discusión y acción participativa diaria, construyen conocimiento científico, abonando  a la creación del socialismo del siglo xxi.

A los miles y miles de facilitadores(as), Supervisores(as), Coordinadores(as) de las misiones sociales: Robinson, Ribas, Sucre y Cultura, que diariamente se adentran en todos los sectores de difícil acceso, cárceles y sitios donde se necesite la atención humanitaria para atender a nuestros compatriotas.

Gracias a los hermanos(as)  que desde la lejana Cuba han venido a practicar su voluntariado internacional, metiéndole el hombro, para satisfacer las necesidades prioritarias de  las poblaciones más  desasistidas por gobiernos anteriores.

A mis familiares y amigos(as) por comprender mis reiteradas ausencias


RECONOCIMIENTO


A Carlos Alberto Palma Reyes,  brillante abogado, escritor e investigador, defensor de la Revolución Liberadora del siglo xxi, perteneciente  a la  Generación de Oro, Jóvenes Ciudadanos de la República Bolivariana de Venezuela



A Rafael Rengifo, Licenciado, Profesor, Promotor del Poder Popular, Investigador  Político, Guía de Jóvenes Estudiantes y Profesionales, hoy Ciudadanos del Mundo.


A Noelia Margarita Montero Pérez, Tres veces Licenciada, innumerables veces Luchadora Social, Fundadora de la Misión Robinson, amiga sin igual.

A Thaimi Rafaela Izzo Bolívar, Promotora Social, Tres veces Universitaria, Profesora, Fundadora de las Misiones Sociales, amiga, compañera y camarada incondicional.

A Cesar Rafael Moreno Barrios, baluarte de lucha incansable por un mejor vivir para todos y todas

A la Profesora María Teresa Fuenmayor Tovar escritora y poetisa, promotora de sueños en palabras escritas en versos, prosas y canto, hacedora de teatro infantil, solidaria con todos y todas.


GRACIAS, MUCHAS GRACIAS, POR ESTAR SIEMPRE ALLI


PRÓLOGO DEL AUTOR



La novela (Del it. novella, noticia, relato novelesco), f. Obra literaria en prosa en la que se narra una acción fingida en todo o en parte, y cuyo fin es causar placer estético a los lectores con la descripción o pintura de sucesos o lances interesantes, de caracteres, de pasiones y de costumbres.
Hechos interesantes de la vida real que parecen ficción.
Ficción o mentira en cualquier materia.
El Hombre del Trigo es un escrito en prosa, totalmente de ficción, los personajes y situaciones han sido creados por su autor, nada tienen que ver con ninguna realidad en el espacio-tiempo.

Si usted amigo(a) lector(a), se atreve a leerla y se encuentra identificado con algunos de los personajes o situaciones esto será fruto de su imaginación y pura coincidencia, pues esta es una modestísima novela, irreal, fabulada o fingida.

El autor.





CAPÍTULO I

EL HOMBRE

El hombre se mueve lentamente  para ver mejor al poderoso jefe de la policía del Estado venezolano, gira sobre sus talones, le mira y sonríe. No le agrada para nada tener que respirar el mismo aire que un azul, los considera más corruptos que la palabra misma.

Para sus adentros él sí tiene su “propia moral”
Él es amigo de sus amigos, en cambio, los policías -según él -  no tienen amigos, o más bien, sí tienen un solo amigo: el dinero, venga este de donde venga, sin importarles cómo venga.

El doctor Fernando Guzmán Toro en el Capítulo III de su magnífico libro Ética Y Bioética En Medicina, apunta sobre la moral: “… se define como un conjunto de normas que son aceptadas por la sociedad, que se consideran como válidas y que tienen como finalidad regular las conductas de los hombres dentro de la sociedad.

(…)La moral ha experimentado cambios en el transcurrir del tiempo:
a. En los pueblos primitivos la moral se relacionaba con un conjunto de costumbres que eran necesarias para mantener el equilibrio y la armonía dentro del grupo social tales como:

a.1 No robar.
a.2 No matar  (…)
f. Durante  el siglo XX y el siglo XXI, se observan modificaciones y cambios con relación  a la moral, caracterizada porque sus normas son menos rígidas y establecen menos restricciones.”(Guzmán Toro; 2013:33-34)

Este hombre tiene y practica su propio concepto de lo que significa la moral.

     Los dos hombres se enfrentan, el policía conoce todo, o más bien, casi todo lo relacionado con los últimos años vividos por el individuo que tiene al frente.

     El hombre luce formidable, se diría que es un atleta de alta competencia y, lo es en cierto modo, pues se ejercita religiosamente todos los días en toda clase de artes marciales conocidas y en el manejo de todo tipo de armas, vehículos y aviones.

      Es el menor de trece hermanos de los cuales quedan viviendo solo tres: el cura, el enfermero y él. Fueron todos hijos de la misma madre,  cada uno tuvo un padre diferente. El suyo nunca lo conoció.

 Al principio le hizo falta padre, después no tuvo tiempo para pensar en eso, solo tenía tiempo para sobrevivir, y con ello, se conformaba en sus primeros años de vida.

     A sus treinta y ocho  años, él tiene doce hijos con  cuatro mujeres diferentes. Todas le amaron y aún le aman porque dicen en su círculo que la mujer de malandro, siempre será la mujer de ese malandro, pase lo que pase. Claro  está,  hay una gran diferencia, pues ahora, él no es malandro, es un señor, o mejor dicho aún, él es Don Joselillo.

     Don José Gregorio Montiel, nació en Maracay, de madre soltera, es el menor de todos sus hermanos, su madre aún  viva se encuentra, de su  antigua  belleza  no queda absolutamente nada, las muertes tras muertes de casi todo sus hijos acabaron con su lindo rostro y hermosa figura  e igualmente con las ganas de vivir también. A sus sesenta y cinco años pareciese que ha caminado ya por los cien.


 El hombre desecha esos recuerdos y se prepara para conversar con este policía persistente, que lo viene siguiendo desde el centro del país, y  a quien ninguno de sus poderosos contactos en el gobierno ha podido “sacudir”, o sea, detener.



CAPÍTULO  2


LA MUJER


El hombre maltratador engendra hijos maltratadores, cumpliéndose un ciclo interminable de vidas miserables, es por ello que hay que parar esa línea ininterrumpida de maltratos.
La mujer ahora tiene derechos, luchados y consagrados en la Constitución de la República ya que el mismo pueblo a través de sus aportes y discusión  logró derribar el entramado jurídico que en oscuros años transcurridos y  desde todos los tiempos hizo de la mujer un ser de invisibilidades, hasta que llego la revolución y devino el hecho de que la mujer existe como individuo de la patria y así  tomó su papel protagónico en esta nación.

La mujer adulta, ahora es una brillante abogada, Sola piensa:

“Mi madre fue maltratada”.

Para ella no existió la Ley orgánica sobre el Derecho de las mujeres a una vida Libre de Violencia. Son muchas las mujeres que ignoran esta Ley, ni siquiera conocen el artículo treinta y nueve  que establece:

 ”Quien mediante tratos humillantes y vejatorios, ofensas, aislamiento, vigilancia permanente, comparaciones destructivas o amenazas genéricas constantes, atente contra la estabilidad emocional o psíquica de la mujer, será sancionado con prisión de seis a dieciocho meses”

Cuántos seres traumatizados hubiésemos evitado

Mi pobre madre todo lo aguantó, llorando en los rincones de una casa que después de ser suya pasó a ser de otra persona que nada tenía que ver con los esfuerzos realizados para formar y sostener a una familia cuyo padre estaba en actividades que le mantenían por largo tiempo fuera del hogar, teniendo una vida muy irregular.

Hasta que un día decidió independizarse, qué digo independizarse, cambió un yugo por otro. La madre de Don Joselillo fue una mujer maltratada y por ello engendró hijos maltratadores. Pasado el tiempo Don Joselillo, mi padre,  es ya hombre, se casa varias veces, ya yo había nacido, y mi madre sabiendo que se había casado con un hombre maltratador, cuando estaba embarazada de quien fue su último hijo, expresó:    


 “Tú, hijo mío, serás un hombre de bien, colaborador en los oficios de la casa, solidario con tus compañeras de escuela, compañero de tus iguales y ciudadano del mundo. Eso serás”


Pasaría el tiempo y la mujer sola en su casa, se pasearía con un bebe, de arriba abajo, pensando y esperando, siempre esperando, en una jaula de oro.


Toda la casa está decorada con motivos navideños.
La mujer toma al niño en su regazo y le entona una muy vieja canción de cuna:

“¡Duérmete mi niño que tengo qué hacer: lavar los pañales y ponerme a coser!”

Se levanta de su mecedora y camina hasta la ventana. Recuesta su aún bello rostro a los cristales de la ventana y sus ojos se fijan en la distancia, balancea al niño en sus brazos y continúa con otra vieja canción:

“¡Niño lindo ante ti me rindo, niño lindo eres tú mi Dios, niño lindo ante ti me rindo, niño lindo eres tú mi Dios!”

Con mucha gracia se aleja de la ventana, camina hacia la cama y con sumo cuidado deposita al niño en ella. Lo arrulla nuevamente cantando:

“¡Duérmete mi niño que tengo qué hacer: lavar los pañales y ponerme a coser!”




 CAPITULO 3

EL NIÑO

Estamos en el mes de mayo, unos pocos años atrás, el hombre joven de cuerpo atlético está en una casa alquilada muy cerca de su ciudad natal, es noche cerrada, ha regresado de uno de sus largos viajes y su segunda mujer le ha dado una muy buena noticia:  esta embrazada y es un niño.

-¿Maribel, estás segura de que es un niño? 
-Si Joselillo, es  varón,  la doctora María Yusty me lo aseguró, es un niño, ahora nuestra niña tendrá su hermanito, hemos sido bendecidos por Dios, es varón, Joselillo, es varón. 

El hombre vuelve la bella cara para ocultar una lágrima que se asoma a cada uno de los  ojos en su  joven rostro.
-Maribel, mañana mismo vamos a comprar una casa en un lugar más seguro, mi hijo debe crecer fuerte y seguro al lado de su hermanita.

-Si Joselillo, lo que tú digas. 
Esa noche muy alegre  se quedó en la casa con su segunda mujer.

 A media noche se levantó y saliendo hasta el patio interior de la casa se arrodilló y dijo:


-Dios, sabes que yo no soy muy creyente, dejo el encargo de las oraciones a mi hermano el cura, pero te pido un favor, quiero un hijo que tenga los ojos como mi mujer, concédemelo y siempre me portaré bien en Semana Santa  e  iré a la procesión del Santo Sepulcro de Villa de Cura. 

Y el niño nació sano y con los ojos verdes como su madre, a los cinco años y en Navidad su padre se lo llevó para comprarle ropa nueva.

 No sabemos qué pensó el hombre hacer de su pequeño, porque nunca más su madre  conscientemente volvió a ver el rostro a su hijo.


CAPITULO 4

LA NIÑA


De su  segundo matrimonio primeramente, nace una bella niña, le colocan por  nombre  Victoriana. Pasado el tiempo la niña se convierte en adolescente, es dirigente estudiantil en su liceo, se dedica a ayudar a las buenas causas,  a su padre solo lo recuerda en Navidad cuando se aparece para comprar el árbol, para adornarlo  con motivo de esas celebraciones y salir de compra  de los estrenos que se acostumbran en esa época.

El hombre llega a la casa de su hijo e hijas muy de madrugada.

- Levántense, vamos a comprar los estrenos para Navidad.
-Hola, papá.
-Hola, papá.
-Hola, papá.
-¿Dónde está Victoriana?

La niña mayor, ya despuntando a mujer aparece en la escena en el comedor de la casa diciendo tranquilamente:
-Hola, papá, no voy a ir de compras, con la ropa que tengo es suficiente
-Niña ¿Y quién te dijo a ti que la ropa vieja es suficiente? Véngase,  nos vamos en avioneta a la isla. Este año te irás a la universidad y necesitarás estar siempre presentable, eres mi hija, hija de Don Joselillo, no  se hable más ¡Serás abogada de la república, más nada!

CAPITULO 5



ES CARNAVAL

La Plaza de Milla, en la ciudad de Mérida, luce como siempre por estas épocas, engalanada de serpentinas, colgadas estas de sus viejos y barbudos árboles.

 Los dos hombres se han encontrado en la acera de esta plaza, frente al antiguo Cuartel de Cazadores.

       No ha sido fácil para el policía poder seguir los pasos de este hombre, por algo es el  Gran jefe, o Gj, como es su nombre en clave. Cuántos años de pesquisas y ninguna delación, solo se tiene un tenue conocimiento que muchos cuerpos humanos están en edificios que el grupo de malhechores  tiene en el país. Estos cadáveres han sido  incrustados en numerosas construcciones.

Y acá nadie sabe nada, nadie ha escuchado nada, nadie  ha visto nada, se cumple la antigua ley traída de otro continente, la ley de la Omerta.

 Ninguna detención, ni siquiera le aparece una multa por haber  estacionado su automóvil en una zona prohibida, o por no  haberse detenido en la luz roja de un semáforo, nada, nada aparece anormal en el expediente impecable de este señor.

        Todo es alegría en la plaza, es carnaval, es feria, es juventud, es fiesta.

     La gente adulta, los niños y niñas con sus disfraces alegóricos a la fecha que se celebra caminan tranquilamente por la plaza, la gran mayoría está ajena a la reunión  de estos dos hombres, uno, el que en estos momentos representa la justicia y el otro, un ser impoluto, que nunca ha trasgredido la ley según todos los informes que yacen muy bien guardados en el escritorio del general situado a más de mil kilómetros de distancia.

Pero, en la capital de la república, allí también reposan las pruebas, que, aunque no vinculantes jurídicamente, sí son pruebas circunstanciales que este hombre es la persona que tiene que ver con todo lo que se traslada lícita o ilícitamente a través de las carreteras, puertos y aeropuertos  hasta  y más allá de fronteras del país y hacia otros continentes.

Nada se mueve dentro del país, tanto del comercio legal interno o externo, como del clandestino si este hombre no da la orden.

El policía está frente a frente con el “gran jefe”.
Este le dice con una amplia sonrisa  dibujada en su agradable  rostro tostado por el sol de una vida practicada al aire libre del trópico, viéndole con una mirada azul claro impactante, tendiéndole amablemente su mano derecha en señal de saludo:

-Buenas tardes General, ¿O lo debo llamar Comisario General? Le presento mis  disculpas  por no saber cómo llamarle por no estar muy familiarizado con esa cuestión de rangos y de uniformes.  Soy un humilde comerciante civil y nada más.

-Buenas tardes, Don Joselillo, es un placer conocerlo, aunque me parece haberlo conocido mucho antes de esta ocasión. Puede usted llamarme como guste, considero que a partir de hoy nos veremos muchas veces en el futuro  y espero nos comportemos como personas adultas que ya se conocen.

 –Así es, señor general, aunque salgo muy poco a eventos sociales o de otra naturaleza, lo mío es trabajar y trabajar como dicen mis amigos los portugueses, porque tengo una familia extensa a quien mantener, y unos hijos de los que algunos están estudiando en el exterior, y la cosa está fuerte para nosotros los hombres de trabajo honrado y digno.

-Estamos de acuerdo, Don Joselillo, le pedí a su amigo el alcalde de esta ciudad que me ayudara a ubicarlo, porque se me ha hecho imposible contactarlo, curiosamente su nombre no aparece registrado en hotel alguno de este estado.
        Don Joselillo dibuja una gran sonrisa en su agradable rostro y  contesta con mucha amabilidad:

-Sí general, él  hizo el favor de avisarme que usted deseaba hablar conmigo…El alcalde tiene en estos días su ciudad de fiestas y ferias. Pero ¿Para qué le puedo ser útil, señor general?

-¿Usted estuvo ayer por la tarde en el Hotel Agua de Plata?

-Sí, señor general,  si estuve en ese hotel, es más,  llegamos  desde el medio día, almorcé allí y dormimos también anoche en ese lugar.

       El general observa fija y detalladamente el rostro del hombre por primera vez y le dice:

-Aún así  su nombre no aparece en el libro de registro.

-¿Y por qué ha de aparecer?

-Porque por ley todos los huéspedes deben registrarse.

      El hombre mira muy serio al general, luego suelta una sonora carcajada y burlonamente le contesta poniéndose nuevamente serio:

-No tengo por qué  registrarme allí, señor general.

CONTINUARÁ

ÍNDICE

CAPITULO 1.El Hombre…………………………………………
CAPITULO 2 La Mujer…………………………………………...
CAPITULO 3.El Niño……………………………………………
CAPITULO 4.La Niña…………………………………………….
CAPITULO 5. Es Carnaval………………………………………..
CAPITULO 6.Sin Ninguna Oportunidad…………………………
CAPITULO 7.La Verdad Se Oculta………………………………
CAPITULO 8.Error Lamentable………………………………….
CAPITULO 9.La Claridad De Una Mujer………………………..
CAPITULO 10.Tiempo Pasado…………………………………...
CAPITULO 11.Triunfo Asegurado……………………………….
CAPITULO 12.Revolucionaria Ciento Por Ciento………………
CAPITULO 13.Para Desgracia De Todo Un Pueblo…………….
CAPITULO 14.Emboscadas y Traiciones………………………..
CAPITULO 15.Golpe Fuerte……………………………………..
CAPITULO 16.La Caseta…………………………………………
CAPITULO 17.Fueron Por Uno Cayeron Tres…………………..
CAPITULO 18.Caminos Peligrosos………………………………
CAPITULO 19.Quienes Sufren Son Sus Familiares……………..
CAPITULO 20. Callado Llanto de Madres……………………….
CAPITULO 21.Estricnina…………………………………………
CAPITULO 22.Mirada Ausente…………………………………..
CAPITULO 23.Tierrita En Sus Ojos……………………………...
CAPITULO 24.Restaurant De Lujo……………………………….
CAPITULO 25¿Cómo Le Puede Ir Este Día?.................................
CAPITULO 26.De Gerente a Mensajero…………………………
CAPITULO 27.Las Tinajas…………………………………….....
CAPITULO 28.Llora de Dolor Corporal…………………………
CAPITULO 29. ¿Pajúo?…………………………………………..
CAPITULO 30.Gentil Invitación………………………………….
CAPITULO 31.Hombre Con Suerte………………………………
CAPITULO 32.Lévame a Comer…………………………………
CAPITULO 33.Doble Licor………………………………………
CAPITULO 34.Contra Viento y Mareas………………………….
CAPITULO 35.Sí, Es Él………………………………………….
CAPITULO 36.Dulce Veneno…………………………………….
CAPITULO 37.Estamos a la Orden………………………………
CAPITULO 38.Choque a media Noche…………………………..
CAPITULO 39.Señuelo…………………………………………..
CAPITULO 40.Música Llanera, Danza de Millones…………….
CAPITULO 41.Buena Cacería……………………………………
CAPITULO 42.Él Nos Conoce……………………………………
CAPITULO 43.Hace Lo Que Nunca Había Hecho……………….
CAPITULO 44.Maremagnum de Vainas…………………………
CAPITULO 45.Aquí En Nuestra Puerta………………………….
CAPITULO 46.El Niño De Linares………………………………
CAPITULO 47.Por Trecientas Franelas………………………….
CAPITULO 48.Dos Peces Vuelan Como Pájaros………………..
CAPITULO 49.Dulce Veneno y Camioneta Nueva………………
CAPITULO 50.Luis Acosta………………………………………
CAPITULO 51.Método Cubano para la Liberación………………
CAPITULO 52.El Revolucionario No Es Corrupto………………
CAPITULO 53. Tobías Peláez…………………………………….
CAPITULO 54.Victoriana………………………………………...
CAPITULO 55.Estatus de Refugiado Político…………………….
CAPITULO 56.Queda Con Dios Hermano……………………….
CAPITULO 57. ¿Es Verdad Que Tú Me Vas A Mandar A Matar?
CAPITULO 58.Secretos Entre Reclusos………………………….
CAPITULO 59.Fedro Montañez…………………………………..
CAPITULO 60.Patriota Fundador de la Misión Robinson……….
CAPITULO 61. ¿Y Se Puede Saber Desde Cuando Yo Le Temo A Lo Que Me Quiera Decir Mi Pueblo?..........................................
CAPITULO 62.Regalo del Presidente…………………………….
CAPITULO 63.Negro, Andas En Muy Malas Compañías………..
CAPITULO 64.A Cada Cochino Le Llega Su Sábado……………
CAPITULO 65. He Sido Traicionado……………………………..
CAPITULO 66.Nadie Lloró……………………………………….
CAPITULO 67.Tu Eres La Esperanza……………………………





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